domingo, 9 de marzo de 2008

CUENTO.

Erase Juan Diego
Erase una vez un adolescente llamado Juan Diego, el era hijo de Diana Vargas y Diego Gonzáles juntos dueños del colegio C.D.I (Compromiso, Dedicación e Integridad), ellos se interesaban demasiado por la educación de todos los alumnos que conformaban la institución excepto por la de su hijo, debido a que nunca tenían tiempo para dedicárselo, por esta razón y con el pasar del tiempo Juan tenia muchos problemas en todas las áreas de su vida: era rebelde, irreverente, irresponsable y agresivo.

El nunca se daba cuenta de los daños que causaba a todas las personas que estaban a su alrededor, se acostumbro a crecer solo y a pensar únicamente en su beneficio.
Un día el joven caminaba por la calle y vio de lejos una muchachita muy hermosa, la cual lo impacto, el se apresuro a acercársele y preguntarle su nombre, ella lo observo y le dijo : “me llamo Natalia”, era la primera vez que Juan sentía una sensación tan maravillosa, pero prefirió disimularla y siguieron entablando una larga conversación, parecía que eran como el agua y el aceite , ella una adolescente responsable, carismática y muy juiciosa y el su polo opuesto, al parecer Cupido los había flechado sin importarle las diferencias.

Poco a poco el iba moldeando su carácter, todo gracias a Natalia, esa amiga que comenzó a enseñarle valores, simplemente con el cariño y consejos que le brindaba. En una ocasión ella le comento que se había sentido un poco enferma y fue al medico, el cual le ordeno algunos exámenes ya que sus síntomas eran un tanto extraños, la joven no se preocupo en ese momento, pero al transcurrir los días ella empeoraba, su amigo sentía un dolor intenso, siempre estuvo con ella hasta el momento que le confirmaron que padecía de una terrible enfermedad y era terminal. Juan un chico siempre fuerte se desplomo y sintió desfallecer, tomo la decisión de ocultar el gran amor que sentía por ella y simplemente dedicarse a apoyarla, cuidarla y aprender todas las cosas bellas que ella le podía enseñar, se volvieron más que amigos, cómplices. Hasta el día en que ella murió. Solo faltaban 2 meses para que ese chico que se convirtió en un ser recto, cumplido y de grandes sentimientos, culminara sus estudios.

El día de su grado tuvo una revelación de Natalia la cual le explico que su misión había sido orientarlo y guiarlo para que él pudiera llegar a ser un gran hombre. El comenzó a cuestionarse y pensar a que se refería su amiga, se sentía desconcertado y no sabía que seria de su futuro sin ella. Pero luego de un tiempo cuando comenzó a buscar que estudiar, encontró una pagina de Internet donde describían el perfil de jóvenes emprendedores, autónomos, responsables, con habilidades y aptitudes competentes, con los cuales el se identifico, entonces siguió leyendo y se dio cuenta de los requerimientos que necesitaba para entrar a esa prestigiosa institución llamada SENA: con la que el se comprometería a adoptar una conducta correcta en cada uno de los momentos, sobresaliendo por su liderazgo positivo, por su responsabilidad y solidaridad con toda la comunidad; demostrando los valores y principios infundados, no dudo ni un momento y se matriculo. Cuando termino su carrera técnica comprendió la orientación y el propósito que había tenido Natalia en su vida, quedando no solo agradecido con ella sino también con la formación inculcada en el SENA.

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